MI CORAZÓN NO ES DE PIEDRA NI MADERA
Calificación: un peliculón

(Corea / Japón, 2002 mm, 300’, con Susi Yon y Juan Carlos Nagasaki. Director: Le Pu Chen) Llega finalmente a las salas del país la aclamada remake oriental del clásico film Manequen o Manicuin, qué sé yo como se escribe, donde un chabón se enamoraba de un maniquí y, por esas cosas hollywoodenses que tiene la vida, el maniquí cobra vida y le da bola. En esta nueva versión es una chica que provoca una reacción en una estatua. El conflicto en el que ronda la película, a lo largo de sus imperceptibles trescientos minutos de metraje, es como hacer para que la reacción, que ronda los dos metros por treinta, de la estatua de un antiguo guerrero, entre en el menudo cuerpo de la protagonista. Esto sin provocarle un excesivo dolor al punto de impedir el goce normal que toda pareja conformada por una estatua y una piba merecen recibir sexualmente. Al comienzo de la película se respeta la clásica formula chico conoce chica que está a punto de casarse con típico japonés rubio estrella del fútbol americano que conduce Porsche, pero durante los siguientes 240 minutos no se entiende nada por lo que para este crítico no cabe otra conclusión que afirmar que es un film excelente.